En un giro inesperado de los acontecimientos, la jueza Marlen Ángeles Tovar ha hecho frente a las declaraciones de la presidenta Claudia Sheinbaum sobre su situación durante la protesta en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
Este incidente ha captado la atención de los medios y del público, al poner en relieve no solo las tensiones en torno a la reforma al Poder Judicial, sino también las cuestiones fundamentales sobre los derechos humanos y la actuación de la policía en situaciones de manifestación.
A través de su testimonio, la jueza expone una narrativa de lucha y resistencia que resuena con las preocupaciones de muchos ciudadanos.
Un día de protesta y desencuentro
La jornada del domingo fue marcada por la tensión en el Autódromo, donde Tovar y sus colegas llegaron para manifestarse en contra de la reforma que propone elegir a jueces, ministros y magistrados por voto directo:
“Cuando llego a la puerta seis me encuentro alrededor de 12 compañeros que estaban en la banqueta,” relata Tovar. “No estaban obstruyendo ninguna vialidad, estaban encapsulados y pidiendo que los dejaran salir.”
Este escenario plantea una pregunta crucial: ¿cuál es el papel de las fuerzas de seguridad en la protección de los derechos ciudadanos durante las manifestaciones?
La versión de la jueza: un relato impactante
En su narración, la jueza explica que tras intentar ayudar a sus colegas, se vio atrapada por las autoridades. “Estuve intentando salir una y otra vez”, asegura.
La presidenta Sheinbaum había mencionado que Tovar solo estuvo encapsulada por unos minutos, pero su declaración contradice esta afirmación:
“Definitivamente no fueron minutos. Estoy narrando que les leí la constitución y les expliqué a las autoridades policiales sus derechos.” Este choque de versiones resalta la importancia de la verdad en situaciones críticas y la necesidad de una mayor transparencia en la gestión de las protestas.
Los derechos humanos en juego
El actuar de la policía no solo afecta a los manifestantes, sino que plantea preguntas sobre los estándares de derechos humanos que deben ser respetados en el país.
La jueza Tovar enfatiza que es esencial revisar la capacitación de los elementos de seguridad. “Tienen la obligación constitucional de brindar seguridad a las personas” argumenta, sugiriendo que, en lugar de proteger a los ciudadanos, los elementos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana han actuado de manera contraria a su deber.
Esta reflexión nos invita a pensar en un cambio necesario en la forma en que se manejan las manifestaciones y la seguridad pública.
La demanda de amparo: un acto de defensa
Debido a la incomunicación y el peligro al que se sintió expuesta, Tovar tramita una demanda de amparo. “Estaré a la espera de lo que determine la jueza”, afirmó, dejando claro que no está dispuesta a dejar pasar esta violación a sus derechos.
Este paso representa no solo una defensa personal, sino también un llamado a la acción para otros que podrían encontrarse en situaciones similares. La lucha por los derechos humanos y el libre tránsito no es solo una cuestión de leyes, sino de dignidad y respeto.
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Un eco de resistencia
La respuesta de la jueza Marlen Ángeles Tovar a las afirmaciones de Claudia Sheinbaum no solo resalta la importancia de la verdad en los relatos sobre protestas, sino que también subraya la necesidad de una revisión crítica de la actuación de las fuerzas del orden.
Mientras se prepara el escenario para el Gran Premio de Fórmula 1 en la Ciudad de México, las voces de los jueces, trabajadores del Poder Judicial y activistas resuenan con un mensaje claro: la lucha por la justicia y la transparencia debe continuar.
Historia de Georgina Balam