El modus operandi de Don «Chaquetas» y su proyecto interoceánico patito

El modus operandi de Don «Chaquetas» y su proyecto interoceánico patito

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Pablo Jair Ortega

Hoy no hubo notas para pegar en el refri, porque me extendí. Disfrute.

—Chopenjawer columnista

Hace como dos años y medio, un grupo de supuestos empresarios llegaron al ejido Guillermo Prieto, en Coatzacoalcos, para iniciar unos recorridos donde se realizaría una obra.

El proyecto era la supuesta construcción de 6 muelles para buquetanques de alto tonelaje, que además tendría como acompañamiento una autopista de 8 carriles de 240 kilómetros con un bardeado de la misma distancia, además de tres vías de ferrocarril de carga y una para un tren ligero, todo proveniente del lado del estado de Oaxaca, del meritito Pacífico.

En ese entonces, el grupo de empresarios argumentó que Petróleos Mexicanos estaba patrocinando junto con la iniciativa privada y que de aquí se conectaría al Tren Maya y también al corredor interoceánico, ambos magnos proyectos de la Cuarta Transformación.

Pero eso no era todo: en una reunión con ejidatarios y parcelarios, explicaron que el proyecto era para construir también tres parques industriales en una zona de ¡247 kilómetros a la redonda!.

Ya inspirados y encarrerados, se aventaron ante los presentes que también habría un megaaeropuerto como el «Felipe Ángeles» (otro de los magnos proyectos de la 4T) en el alto Uxpanapa.

En resumen: una tremenda chaquetota mental.

Estando en Guillermo Prieto, lograron hacer reuniones encabezadas por un ingeniero llamado Fernando Gómez, quien iba en representación de Teofilo Tufik Domínguez Marum, director de Bufete Empresarial, la constructora «patito» que dice tener a cargo una obra “alterna” denominado Proyecto Milenio Interoceánico “Gral. Porfirio Díaz”, pero en realidad no tiene nada, salvo el encargo de ir estafando a la gente esperanzada de trabajar en el megaproyecto de la Cuarta Transformación.

En esas reuniones lograron juntar documentación de los ejidatarios, pero en realidad no fueron asambleas legales (como debe ser en el caso de los ejidos); tampoco se convocaban a autoridades como el comisariado, por lo que cualquier decisión que se tomara no era válida para el ejido.

Luego de hacer estas labores de «convencimiento», se sabe que estos documentos son llevados a las oficinas de Bufete Empresarial en Minatitlán, donde tienen a un contador que se dedica a cuadrar todo y a presuntamente falsificar documentos para así mostrar a los «inversionistas» (incautos) que tienen ya listo terrenos para las «obras».

Las oficinas se encontraban originalmente en en la calle Michoacán, a unos metros de donde se ubica una sucursal de la pizzería Little Caesars, en una casa de dos pisos propiedad de un directivo del Sindicato Auténtico de Trabajadores de la Industria y de la Construcción de la República Mexicana (SATICRM), otro «organismo» que despacha como cómplice de Bufete Empresarial. Ahora está en la colonia Petrolera, en la calle 15.

Quienes conocen el lugar, dicen que tiene apariencia de todo, menos de oficina: se ve descuidado, tapan el hueco donde había un aire acondicionado con un cartón y de paso tienen como «personal» a chavos del programa «Jóvenes Construyendo El Futuro», a quienes no les pagan nada porque están becados por el gobierno.

Dicen que son tan miserables, que a Teófilo Tufik no le alcanza ni para pagar su desayuno austero de empanadas que tanto le gustan, en un local que se encuentra frente a la central de autobuses de Minatitlán que se encuentra por la Universidad Veracruzana. Otro lugar a donde gusta acudir a degustar alimentos es el restaurante Jacarandas, ubicado frente a la iglesia católica de Cristo Rey.

Es curioso, pero no hace mucho anduvo presumiendo jet privado y hasta compra de helicópteros artillados y camionetas blindadas, pero al parecer Don Teófilo es de esos que les gusta rentar vehículos para presumirlos como suyos, como aquel que también se toma la foto con el presidente Andrés Manuel López Obrador para decir que es su amigo personal.

De hecho, en su oficina, se sabe que tiene fotos con el presidente y con demás personalidades del mundo de la política, y eso le da valor para gritar a los cuatro vientos que no se anda por las ramas y que tiene el poder de colocar al próximo gobernador, senador, diputado o alcalde que le pongan.

LOS MEDIOS Y LA FUNDACIÓN

Otra parte de su modus operandi no es sólo ir a ejidos o lugares alejados para ir a engañar gente como campesinos o indígenas; ya en ciudades compran espacios publicitarios en medios de comunicación para vender el «proyecto» como algo válido y autorizado, casi aterrizado. Esto les sirve para legitimarse y presentarse ante pequeños y medianos empresarios de la región a quienes les «venden» porciones del Proyecto Milenio Interoceánico “Gral. Porfirio Díaz”.

A esas alturas cuando se entrevistan con los empresarios (presumen que hasta se reúnen con chinos y árabes) les dicen, por ejemplo, «te doy 10 kilómetros de tramo de ferrocarril, o de carretera, o de barda, pero antes tienes que entrar con un donativo».

Argumentan ante empresarios que un proyecto de esta envergadura necesita por lo menos 5 mil dólares para empezar, pero que se conforman con una «muestra» de buena voluntad si los interesados hacen una donación a una fundación llamada «Un Granito De Mostaza», que en el sur representa una persona identificada como Daniel Arias, quien es conocido también por ser pastor cristiano. (A Daniel lo ubican también como el operador financiero que pasa dinero a Teófilo Tufik).

Este tipo de «arreglos» los realiza directamente Teófilo Tufik, quien les dice –palabras más, palabras menos– a los empresarios: «si quiere el tramo, este proyecto es social y ustedes tienen que dar 5 mil dólares para dar el contrato; pero como ahorita no hay trabajo, únicamente ustedes van a depositar 20 mil pesos como donación a la fundación… No a mi cuenta personal, porque esto es proyecto social. Vamos a hacer escuelas, hospitales, etc».

En este esquema, una vez que lograban convencer al incauto, se le hacía un «contrato» de inmediato para firmar. La ventaja es que no le pueden reclamar nada porque se supone que es una donación voluntaria de buena fe a una fundación.

EL «SINDICATO» Y SUS FICHAS

Otra parte de la operación de Teófilo Tufik en su imaginario «proyecto interoceánico» la maneja un sindicato aliado llamado SATICRM, donde invitan a la clase obrera que necesita trabajo.

Un operador identificado al interior es alguien a quien apodan «El Poca Luz», quien se dice licenciado y opera en las zonas de Chinameca, Cosoleacaque y Minatitlán. A este individuo lo han denunciado por pedir cuotas que van desde 50 a 500 pesos por afiliación.

Otro es un asesor en Nanchital llamado Juan Sosa Quinto, jubilado de Pemex a quien también señalan de presuntamente haber hecho negocio con afiliados en el proyecto Braskem-Idesa.

También a esta persona se le señala de participar en un presunto fraude donde vendieron espacios en 20 «comedores» industriales que no se han construido y que se supone son para alimentar a los obreros del «proyecto milenio interoceánico» patito promovido por Teófilo Tufik.

De acuerdo a reportes, el proyecto de los «comedores» tiene un costo de 49 millones cada uno, pero ni siquiera le han pagado al despacho que se encargó de los trazos y planos.

O sea, venden derechos (algo así como cobro de piso) para que proveedores vendan comida a obreros de un proyecto que no existe, en comedores que ni siquiera se han construido.

MAS PROYECTOS «CHAQUETA»

En una reunión realizada el 15 de octubre de 2020, en la cabecera municipal de Uxpanapa (una de las zonas más alejadas del sur de Veracruz, cuya población es de mayoría indígena), el alcalde le advirtió a Teófilo Tufik que no los engañara.

En ese entonces, lo ofrecido por el Proyecto Milenio Interoceánico “Gral. Porfirio Díaz” era la construcción de 10 hospitales en la región. Vaya, ni el Gobierno de Veracruz ha prometido tanto en la zona.

En ese proyecto, se comenta, llegó a estar acompañado por empresarios supuestamente de Morelia, quienes en alguna ocasión viajaron con él a Moloacán porque supuestamente andaban viendo la compra de 20 hectáreas para la instalación de un hospital, pero los empresarios olieron fraude y le advirtieron que les devolviera el dinero.

No obstante, no falta quien sí le cree a Teófilo Tufik. En Coatzacoalcos se sabe que estafó a una persona que le hizo todo el proyecto arquitectónico para un supuesto hospital de 2 mil camas y la instalación de un “Banco del Proyecto Interoceánico”.

De esto, se comenta, fueron algo así como 3 millones de pesos.

Dicen que hay más para rascarle del Proyecto Milenio Interoceánico “Gral. Porfirio Díaz”, pero reportan que Don Teófilo Turik y sus secuaces bajaron el perfil y andan como desaparecidos.

Quizás saben que en cualquier momento les cae el moco por meterse con proyectos importantes del gobierno federal, engañando a la gente; proyectos que, por cierto, están en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Secretaría de Marina.

@pablojair

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