A través de una carta emitida por el Colectivo por la Ciencia, la comunidad instó a los legisladores a culminar con los siete parlamentos abiertos comprometidos y que de estos emane un proyecto de consensos.
En una carta abierta a los próximos aspirantes a la presidencia de México y al público en general, el Colectivo por la Ciencia ha reunido este lunes 17 de abril 1,047 firmas exponiendo su preocupación para que se complete el proceso de discusión de la nueva Iniciativa de Ley General en materia de Humanidades, Ciencias, Tecnologías e Innovación (HCTI) en el Parlamento Abierto convocado por las Comisiones Unidas de Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) y de Educación de la Cámara de Diputados.
El documento enviado también a los legisladores Javier López Casarín, presidente de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, y Flora Tania Cruz Santos, presidenta de la Comisión de Educación, además del senador Jorge Carlos Ramírez Marín, presidente de la Comisión de Ciencia y Tecnología en la cámara alta, el colectivo asegura que estos parlamentos han sido hasta ahora “un importante ejercicio democrático que ha permitido escuchar la voz de una comunidad diversa y plural”, sin embargo, peligra al escuchar la negativa de legisladores de Morena para modificar la iniciativa enviada desde el Ejecutivo Federal y aprobarla cuanto antes.
La carta detalla que durante los dos primeros foros, de siete programados, los cuales se llevaron a cabo los días 29 de marzo y 11 de abril de 2023, numerosos participantes han insistido en la importancia de establecer un horizonte de certeza en el financiamiento de la ciencia a largo plazo, de aquilatar el trabajo de las entidades federativas en la producción científica, tecnológica e innovadora y su potencial para promover el desarrollo regional, de fomentar la innovación para que contribuya a un México más competitivo y equitativo, pero no desde los argumentos que presentó el presidente en su propuesta de iniciativa de Ley.
Explican que en dichos foros se han esgrimido argumentos en favor de la no discriminación de sectores en el acceso a los programas de apoyo a la ciencia, de la necesaria promoción de las carreras académicas de los jóvenes en todo el territorio nacional, de la autonomía de los centros públicos de investigación, de cómo lograr una articulación virtuosa entre los sectores académico, empresarial y gubernamental, y de la necesidad de una estructura de gobernanza más transversal y menos centralista que garantice la participación representativa de todos los sectores en la definición de la agenda científica nacional. Todo esto a través de los cientos de investigadores que se han dado cita y han dado a conocer sus puntos de vista a las Comisiones Unidas para su posterior análisis en la creación de la Ley.
Fueron enfáticos en oponerse a la “polarización del debate”, como se ha señalado desde el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, a través de su directora María Elena Álvarez Buylla. El colectivo argumenta que la pluralidad que se ha manifestado en estos foros, gracias a la diversidad de regiones, instituciones, áreas del conocimiento, edades, sectores sociales y productivos demuestra la debilidad del argumento del Conacyt, “de que en este asunto solo hay dos posturas posibles: la de quienes quieren apoyar al pueblo, y la de quienes sostienen opiniones críticas a la iniciativa del Ejecutivo Federal (elaborada por el Conacyt), que constituyen una élite interesada en mantener sus privilegios, sus intereses particulares y quedarse con el dinero público”.
Reiteraron que es necesaria una ley general moderna que impulse el desarrollo científico y tecnológico y la innovación y garantice el disfrute social de sus beneficios, como ahora lo mandata la Constitución a través del artículo 3°. Por lo anterior aseguran que debe evitarse “la aprobación apresurada de una iniciativa unilateral con muchas áreas de oportunidad”.
Recalcaron la necesidad de una Ley General basada en amplios consensos que integre lo mejor de las cinco iniciativas sometidas al Congreso, que señale las reglas y mecanismos viables para la producción libre de conocimiento, tecnología e innovación, por lo que “será fundamental que se concluya con el análisis de los temas pendientes en los cinco foros restantes acordados por las Comisiones Unidas y que se revisen las otras iniciativas de Ley de Ciencia presentadas al Congreso”.
Por último, enviaron un mensaje a los legisladores “Confiamos en que las discusiones en el Parlamento Abierto den por resultado un nuevo proyecto de ley que recupere las muchas ideas vertidas en este ejercicio de diálogo democrático”.
kg
Por Nelly Toche
